Si ya estás acostumbrado a llevar un entrenamiento estructurado, ya sea por ritmo o por frecuencia cardíaca, seguro que notas que algo falla, como si al banco le faltara una pata. De eso quiero hablarte hoy, del entrenamiento por potencia corriendo, la pata que le faltaba a nuestro banco.
Antes que nada quiero decirte que soy entrenador certificado por Stryd y como tal mis deportistas tienen un descuento del 15% a la hora de adquirir un medidor de potencia Stryd. Contactame aquí si quieres saber más.
Y ahora pasamos a tratar el tema en profundidad y dejadme convencerte de las ventajas de entrenar por potencia en la carrera a pie.
¿Qué es correr por potencia?
La potencia es un indicador externo (a diferencia de la FC que es una respuesta interna de nuestro organismo) de la intensidad a la que corremos, se mide en vatios (W) y se calcula con la siguiente fórmula:
Potencia = Fuerza x Velocidad
Cuando hablamos de potencia corriendo, la fuerza es la «fuerza de impulso» que aplicamos contra el suelo con cada zancada y la velocidad es la cadencia de zancada.
En ciclismo se viene usando esta metodología desde hace años pero corriendo todavía es muy reciente y estamos muy emocionados con el gran potencial y aplicaciones que tiene.
Correr con potenciómetro, básicamente, es como llevar un laboratorio pegado a nuestro pie que registra segundo a segundo la intensidad del esfuerzo corriendo y gran cantidad de datos que nos van a ayudar a saber qué tipo de corredor somos y cómo mejorarlo.
Ventajas del entrenamiento por potencia en carrera a pie
La principal ventaja es que la potencia permite entrenar de forma más precisa independientemente de la orografía del terreno, 300W siempre son 300W y esa intensidad es independiente de si el terreno es llano, empinado o incluso si hace viento. Cosa que no pasa cuando entrenamos por ritmo.
Con la potencia se puede gestionar mejor el esfuerzo, ya que a diferencia de las pulsaciones no se ve alterada por tu estado anímico, por las horas de sueño, la alimentación etc, como sí pasa con la frecuencia cardíaca. Así que se puede estudiar muy bien cuál es tu curva de potencia y ver a que intensidad en vatios debes correr para cada distancia y, de esta manera, conseguir tu mejor marca sin desfallecer antes de tiempo por una mala planificación.
Con un medidor de potencia (en este caso nos centraremos en el medidor Stryd) se puede ajustar mejor los entrenamientos de calidad, ya que podemos calcular los vatios a los que hacer las series, según el hito fisiológico que queremos mejorar, y ver cuando ya no se puede sostener dicha intensidad objetivo y, por tanto, es hora de terminar el entrenamiento.
Otra ventaja, es el hecho de que se puede calcular mucho mejor como de estresante ha sido cada sesión de entrenamiento para ti, y de esta forma planificar mejor como deben ser los siguientes entrenamientos y qué día podemos volver a meter otro entrenamiento intenso.
Un medidor de potencia nos ofrece gran cantidad de datos y métricas que nos permiten analizar tu eficiencia de carrera y poder trabajar para mejorarla. En un próximo artículo te explico las métricas más importantes que obtenemos con Stryd.